miércoles, 7 de noviembre de 2012

BREVE RESEÑA HISTORICA DE EL MANTE

La región de lo que hoy es el Mante fué conocida por su nombre huasteco de los "cinco potreros de Tamatán", palabra que ésta en lengua "Tenek" o huasteca que significa "Lugar de canoas".

Según diversos documentos, era sumamente insalubre a causa de las inundaciones que sufrían las tierras al desbordarse los ríos regionales, principalmente el río Mante, cuyas aguas permanecían meses sin salida dando lugar a la formación de gruesas capas de lama, que se convertían en campo propicio para la proliferación de zancudos, además de que abundaban los "tábanos", insecto cuya picadura es sumamente dolorosa. Por ésas razones no se produjeron asentamientos humanos de colonos españoles o criollos, ya que no soportaban la insalubridad de la zona, a la que, sin embargo, reconocían como muy fértil y adecuada para diversos cultivos.

Conforme a investigaciones de varios estudiosos, en éstas tierras vivían tribus indígenas de "recolectores-cazadores", pero con el predominio de parnes, chichimecas y janambres. Sobre todo éstos últimos representaban un formidable escollo para los intentos colonizadores, pues atacaban indiscriminadamente a todos los que pretendieran asentarse en cualquier punto de "Tamatán".
Refieren distintos relatos que los janambres hostilizaban continuamente a los colonos y cuando éstos trataban de repeler los ataques, los indígenas se refugiaban entre el monte formado, entre otras, por una planta muy espinosa, llamada "choveno" o "sinvergüenza', de donde no había poder humano que los hiciera salir.


Existen, por otra parte, indicios de que desde muy temprano en la conquista de México, la región de El Mante actual fue visitada por varios misioneros agustinos, entre ellos Fray Juan de Mesa, Fray Nicolás de San Paulo (de apellido Witte); Fray Comelio de Bye y Fray Antonio de Roa, quienes misionaron en sitios como el Tamezín (Tamesí, Tanchipa (Tanchipa) y Tanguanchín; ésto según datos aportados por la doctora Patricia Osante en su obra "Orígenes del Nuevo Santander".

Pero, según las evidencias disponibles, ninguno de ellos estableció alguna misión u otro asentamiento o, por lo menos, ninguna de las fuentes consultadas da razón de ello. Por lo tanto, los "Cinco potreros de Tamatán", que también se conocían como el "Frondoso paraje de Canoas", quedaron fuera de las fundaciones oficiales, inclusive de las escandonianas.
La mala calidad de las tierras de San Juan Bautista de Horcasitas (hoy Magiscatzin, municipio de González), fundado por José de Escandón el 11 de mayo de 1749, obligó a varios de sus colonos a incursionar hacia el lado de la Sierra de Tanchipa, incluyendo los alrededores del nacimiento del Río Mante, donde abrieron al cultivo una gran cantidad de tierras fértiles que les garantizaban excelentes cosechas de maíz, frijol, caña de azúcar, chiles y hasta frutales, con lo que aseguraban la subsistencia y obtenían remanentes considerables para comerciar.


Así, en noviembre de 1750, estando Escandón en visita de inspección en Horcasitas, encuentra ya consumado el hecho de la apertura de estas tierras encontrándola justificada y procede a gestionar la donación de las mismas al obispo de Manila, don Manuel Antonio Rojo de la Fuente y Vieyra, quien accedió a lo solicitado por considerarlo de justicia.
Luego de los trámites y de las diligencias requeridas, Escandón ordena al capitán Juan Antonio de Barberena tomar posesión de las tierras de los "Cinco potreros de Tamatán", lo que según testimonio del propio Barberena ocurre el ocho de marzo de 1764, levantándose la lista oficial de los colonos mercedados, pertenecientes a las parcialidades de indios huastecos y olives que habitaban en Horcasitas. Miguel Velázquez y Ausencio Hemández representaban a los primeros y Andrés Gómez a los segundos. Treinta cinco colonos fueron ubicados en las inmediaciones del nacimiento del Río Mante y sesenta y seis más desde El Abra hasta Tanchipa.


MAPA QUE MUESTRA LA UBICACIÓN DE LOS CINCO POTREROS DE TAMATÁN Y LOS TERRENOS DONADOS PARA LA FORMACIÓN DEL MUNICIPIO DE EL MANTE
 
 
PLANO DEL EL MANTE Y SUS ALREDEDORES A FINALES DEL SIGLO XIX

Con base en éstos datos, algunas personas consideran ésta fecha y a éstos colonos como los fundadores de lo que se conocía como "Frondoso paraje de Canoas", más tarde "Rancho Canoas", posteriormente Villa Juárez y actualmente Ciudad Mante.
Sin embargo, debernos reconocer que un reparto de tierras no significa, necesariamente, la fundación de un poblado y, en ese sentido, la actual Ciudad Mante no tiene una fecha precisa de fundación.
 
 
CANOAS 1921, HOY CIUDAD MANTE

BIBLIOGRAFÍA: MONOGRAFÍA DE CIUDAD MANTE, JUAN JOSÉ MATA BRAVO, 2002

sábado, 13 de octubre de 2012

HISTORIA DEL HIMNO A TAMAULIPAS


Nuestro estado de Tamaulipas cuenta con un Himno donde se habla de su ubicación geográfica, de su gente, de sus luchas armadas, de su producción, de los anhelos de superación de hombres, mujeres y niños, que cuando lo cantamos nos identifica y nos une más con nuestra Patria Chica y nos hace sentirnos orgullosos y de preocuparnos por aprender y luchar por hacerla cada día mejor. Con motivo de los festejos de su primer Centenario que se celebraron el 30 y 31 de Diciembre de 1925 y 1º. y 2 de Enero de 1926, la letra del himno fue compuesta originalmente en honor a Matamoros por el Prof. Rafael A. Pérez. La música se debe al Prof. Alfredo Tamayo Marín y la instrumentación por el músico y profesor José Ma. Barrientos.

Fue ejecutada por la Banda de Música del Estado bajo la dirección del Prof. Simón Prado para acompañar el Himno a Matamoros a todos los alumnos participantes. Su estructura musical era de canción y la letra originalmente decía: “Viva Matamoros, invicta y heroica la ciudad que dormita en la margen del río…” En el año de 1926, el Gobernador Emilio Portes Gil, solicitó autorización al Autor del Himno a Matamoros, para adoptarlo como Himno al Estado, concediéndose la autorización, adaptando su letra. De 1926 a 1957 su ejecución en actos oficiales, públicos y escolares se hizo en forma original: “Viva Tamaulipas, altiva y heroica la región que dormita en la margen del río… En julio de 1957, a sugerencia del maestro Juan Diego Tercero, se modifica en los dos últimos compases de su segunda parte, para facilitar su canto y darle la forma épica y marcial del himno actual.

RAFAEL A.PÉREZ PÉREZ

(1900 - 1961)

Autor de la letra del Himno a Tamaulipas
Semblanza de su vida ( Proporcionada por su hijo Dr. Ruy Pérez Tamayo). Don Rafael Antonio Pérez Pérez nació en Mérida, Yucatán, el día 1 de enero de 1900. Su padre fue Don Juan Pérez y su madre Doña Mercedes Pérez, ambos oriundos de la misma ciudad. Don Juan trabajó primero como campesino henequenero, pero después de su matrimonio se mudó a la ciudad de Mérida, en donde trabajó primero como empleado de un hotel, que finalmente pasó a su propiedad. Tres de sus cinco hijos estudiaron música; a Don Rafael le atrajo el violín y la dirección musical, y se graduó como violinista concertista en el Conservatorio yucateco. Formó un cuarteto de música clásica de cámara y empezó a dar clases de música; en 1921 se casó con Dña. Ana María Tamayo, también nacida en la ciudad de Mérida y en 1922 nació su primer hijo. En esos tiempos las oportunidades de trabajo en Mérida para un violinista clásico no eran suficientes para enfrentar los gastos de su joven familia, por lo que Don Rafael decidió emigrar a Tampico, en donde le habían ofrecido mejores opciones. En esta ciudad fue contratado para dirigir la pequeña orquesta de una estación de radio, y al mismo tiempo obtuvo el puesto de locutor en esa misma empresa. La familia creció con el nacimiento de otros tres hijos (dos varones más y una niña), pero Don Rafael agregó a sus actividades remuneradas en la radio otras dos: se contrató para acompañar al piano las películas mudas de la época en el cine “Alcázar”, que entonces se encontraba en la Plaza Central de Tampico, y alquiló un piano para dar clases de música. . En 1926, en su estancia en Matamoros, compuso la música del Himno a Matamoros, después adaptó como Himno a Tamaulipas


Don Rafael era un lector voraz e indiscriminado (su casa estaba repleta de libros) y además tenía una facilidad asombrosa para versificar, que pronto se hizo conocida en el medio artístico y bohemio del puerto. Pero con la destrucción de gran parte de Tampico en 1933, debida a un ciclón devastador que además
produjo una grave inundación, Don Rafael y su familia abandonaron el puerto como damnificados y viajaron a la ciudad de México. Ahí Don Rafael trabajó primero como violinista en la recién fundada Orquesta Sinfónica de la UNAM, y al mismo tiempo como locutor de la Radio UNAM, posteriormente como escritor de programas radiofónicos en la estación de radio XEW (fue el creador de programas de episodios muy populares, como “El Monje Loco”, “Las Aventuras de Carlos Lacroix”, “Búfalo Bill”, “El Alma del Circo”, y otros más), como articulista de arte en revistas como Todo, Revista de Revistas y Jueves de Excélsior, y finalmente como autor y director de la producción de discos de cuentos infantiles, para los que escribía el texto y la música. También escribió una novela, titulada La Rosa del Tepeyac, que se publicó en 1944. Don Rafael siempre recordó sus años en Tampico con gran nostalgia. Ahí empezó su carrera de argumentista de la radio y de escritor, que fue su ocupación principal el resto de su vida. Murió en 1961, a los 61 años de edad.

José María Barrientos Garza

(Noviembre 19 de 1891- agosto 4 de 1976)

Músico y profesor. Nació en Cadereyta, Nuevo León, siendo hijo de Francisco Barrientos Garza y Trinidad Garza Zambrano y hermano de Emilio, Filiberto, Jesús, Reyes y de María y Sofía Barrientos Garza; sus abuelos paternos fueron don Hermenegildo Barrientos y doña María Ignacia González, y los maternos fueron Isaac Garza y doña María Antonia Zambrano. Hizo sus estudios primarios en su ciudad natal y allí comenzó su aprendizaje de música. Cuando el profesor Gregorio Ortiz organizó su banda infantil en Cadereyta, José María figuraba como trompetista. De 15 años compuso Anita, Herlinda y Josefina , trasladándose a Monterrey a continuar sus estudios, llevando bajo el brazo las partituras de sus composiciones tempranas. En la sultana tomó clases de música con los maestros Mauro Garza y Félix Rodríguez, aunque termina yéndose a Piedras Negras, Coahuila a estudiar composición e instrumentación con el maestro Alfredo M. Garza. Regresa a Cadereyta, fallece su padre y, como era hermano mayor, trabaja para sostener la familia. Pronto adquiere popularidad, llamándolo del pueblo vecino Los Ramones, Nuevo León, para que integrara una banda municipal, a propósito de ascender a la categoría de villa dicha comunidad. Es la época de la Revolución Mexicana, compone un corrido maderista que lo mete en apuros, decidiendo ingresar a las filas de la Revolución, precisamente en el tren de Eleuterio Reyna, quien ese mismo año, el 3 de junio de 1913, participa en la toma de Matamoros por Lucio Blanco. José María y su familia se vienen a vivir a Matamoros, aunque él continúa con los revolucionarios en la brigada Regionales de Coahuila , banda musical de la que fue subdirector y en la que anduvo animando, deleitando y celebrando las batallas ganadas por los revolucionarios al sur del país, hasta alcanzar el grado de capitán primero. Vuelve José María a Matamoros teniendo 28 años de edad. Aquí se casa con María Esther Treviño, con quien procrea a Jesús María, Juan José, Alicia, Arnoldo, Oscar, Armandina, Ernesto y Sergio Barrientos Treviño. El profesor Barrientos se incorpora al comité de festejos del centenario de llamarse este pueblo Matamoros; dejemos que él mismo nos cuente este suceso, pues de aquí salió el himno a Matamoros (hoy himno a Tamaulipas ) . Dice así:

"En el año de 1926, el H. Ayuntamiento de la Heroica Ciudad de Matamoros, presidido por el C. don Jesús María Cárdenas, celebró una junta de cabildo para tratar lo relacionado con los festejos que debían celebrarse con motivo del primer centenario de la fundación de dicha ciudad, por lo que hubo necesidad de formar un Comité de Festejos, quedando a mi cargo la banda Municipal de Música. Una de las comisiones trajo al profesor de música y compositor Alfredo Tamayo Marín acompañado de sus hijas, las cuales eran profesoras de Cultura Estética. El maestro Tamayo traía en su equipaje varios ejemplares de música manuscritos de unas composiciones para la Heroica Matamoros, cuya letra es del profesor Rafael A. Pérez y al sacar uno de los ejemplares, me lo entregó diciéndome: "Le recomiendo que haga una instrumentación para la Banda de Música, para comenzar con los ensayos en las escuelas de esta población.

"Habiendo hecho la instrumentación para la Banda de Música, que el maestro Tamayo me había solicitado, se procedió de inmediato a ensayarla con los alumnos de las escuelas. Estando próximas las fiestas, el Comité de Festejos acordó invitar, muy especialmente, a la Banda de Música del Estado la que estaba bajo la dirección del profesor don Simón Prado, a quien con anticipación le había enviado la instrumentación que yo había hecho y desde luego la estudiaron y al hacer acto de presencia en esta ciudad para participar en las fiestas, fue la que se encargó de acompañar el Himno a Matamoros a todos los alumnos participantes.

"Al ser ejecutado el Himno a Matamoros con la coronación de la Reina de las Fiestas del Centenario, fue escuchado por todas las autoridades así como por los visitantes de los municipios vecinos y de todos los sectores sociales de esta Ciudad de Matamoros.

"Después de haber escuchado el Himno a Matamoros con la solemnidad que un acto de esta naturaleza requiere y después de una estruendosa ovación, el C. Gobernador Constitucional del Estado, licenciado Emilio Portes Gil, solicitó tanto de los autores del Himno como de las Autoridades Municipales y del pueblo en general autorización para que dicho Himno a Matamoros fuese cedido al Estado de Tamaulipas, tomando en consideración que Tamaulipas no contaba con una obra que llenara esa finalidad. Después de la aquiescencia de las autoridades locales se preguntó al pueblo reunido que si estaba conforme con que el Himno a Matamoros se convirtiera en el himno a Tamaulipas y al contestar el pueblo afirmativamente, se escuchó una grande y natural ovación que nos llenó a todos de emoción. Desde ese momento se le llamó HIMNO A TAMAULIPAS por lo que hubo necesidad de cambiar en la parte del coro unas palabras ya que el texto original decía: Viva Matamoros invicta y heroica, la ciudad que dormita en la margen del río. Al convertirse en Himno a Tamaulipas el coro quedó como sigue:

Viva Tamaulipas altiva y heroica, la región que dormita en la margen del río."*

Todavía aquí estuvo ligado por un tiempo al ejército el profesor Barrientos, pero tan luego se abrió la primera secundaria federal, en 1931, se incorpora a su planta como maestro de música. Dice él mismo de esa época: "1931. En este año se fundó la Escuela Tipo Federal bajo la dirección de la señorita profesora María Robles. En esa época yo tenía la dirección de la banda municipal y una ocasión pasé por la escuela y viendo que estaban batallando para poner un corito, por lo que entré y puse el coro y seguí visitando la escuela; ese año formé la primera típica de la Escuela Tipo Federal. Con esa típica cooperaba yo en los Domingos Culturales de la logia masónica Aurora Boreal 14 .

"1931. El 1o. de febrero de este año se fundó la Escuela Secundaria Federal No. 13, figurando yo entre los fundadores de la misma, en virtud que desde la fecha mencionada comencé a prestar mis servicios como maestro." **

En 1938, que empezó en Brownsville el desfile internacional conocido como Charro Day , fue contratado para formar una banda de música. El profesor Barrientos fue cuarto regidor del ayuntamiento 1943-45. Autor de mas de 200 composiciones. Valses: Tampico, En mi ausencia, Anita, Josefina, Herlinda, La aldeana, etc. Marchas: Los charros, Treviño y Mier, 22 de septiembre, El buen tono , etc.

PROFR.  ALFREDO TAMAYO MARÍN
(1880-1957)


Nació en Yucatán, iniciándose desde los doce años en el arte de la música. Se le pensionó para estudiar en el conservatorio de la capital del país y en la década de los cuarentas fue nombrado director de cultura en Yucatán. Compuso canciones, obras líricas y conciertos entre los que destacan “Alma yucateca” y concierto en do menor para piano y orquesta; también realizaba trabajos de su
especialidad en la difusora XEW. Fue director de cultura en Tamaulipas y Coahuila. En Tamaulipas compuso la música del Himno a Matamoros, que después se adaptó como Himno a Tamaulipas.

 
Emilio Cándido Portes Gil (Ciudad Victoria, Tamaulipas; 3 de octubre de 1890Ciudad de México; 10 de diciembre de 1978). Fue Presidente de México de 1928 a 1930. solicitó autorización al Autor del Himno a Matamoros, para adoptarlo como Himno al Estado
 
 

miércoles, 10 de octubre de 2012

ANTIGUOS PUEBLOS HUASTECOS DE TAMAULIPAS

TANTOY

Tantay, (Lugar de Calabazas) o Tantoy (Lugar de la cal), Situado en un lugar cercano a donde hoy esta Ciudad Mante, se localiza a 17 leguas dela villa de Valles (Hoy Ciudad Valles S.L.P.) A medidados del siglo XVI, tenía 20 indios tributarios que prestaban sus servicios personales en una estancia de ganado del encomendero Antonio González.

 
ANTIGUO MAPA DE LA HUASTECA, DONDE SE PUEDE APRECIAR EL PUEBLO DE TANTOY A LAS MARGENES DEL RÍO MANTE
 
 
BIBLIOGRAFIA: HISTORIA COMPENDIADA DE TAMAULIPAS, GABRIEL SALDIVAR, REEDICIÓN 2010

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