Nuestro estado de Tamaulipas cuenta con un Himno
donde se habla de su ubicación geográfica, de su gente, de sus luchas armadas,
de su producción, de los anhelos de superación de hombres, mujeres y niños, que
cuando lo cantamos nos identifica y nos une más con nuestra Patria Chica y nos
hace sentirnos orgullosos y de preocuparnos por aprender y luchar por hacerla
cada día mejor. Con motivo de los
festejos de su primer Centenario que se celebraron el 30 y 31 de Diciembre de
1925 y 1º. y 2 de Enero de 1926, la letra del himno fue compuesta originalmente
en honor a Matamoros por el Prof. Rafael A. Pérez. La música se debe al
Prof. Alfredo Tamayo Marín y la instrumentación por el músico y profesor José
Ma. Barrientos.
Fue ejecutada por la Banda de Música del Estado
bajo la dirección del Prof. Simón Prado para acompañar el Himno a Matamoros a
todos los alumnos participantes. Su estructura musical era de canción y la
letra originalmente decía: “Viva Matamoros, invicta y heroica la ciudad que
dormita en la margen del río…” En el año de 1926, el Gobernador Emilio Portes
Gil, solicitó autorización al Autor del Himno a Matamoros, para adoptarlo como
Himno al Estado, concediéndose la autorización, adaptando su letra. De 1926 a
1957 su ejecución en actos oficiales, públicos y escolares se hizo en forma
original: “Viva Tamaulipas, altiva y heroica la región que dormita en la margen
del río… En julio de 1957, a sugerencia del maestro Juan Diego Tercero, se
modifica en los dos últimos compases de su segunda parte, para facilitar su
canto y darle la forma épica y marcial del himno actual.
RAFAEL A.PÉREZ PÉREZ
(1900
- 1961)
Autor de la
letra del Himno a Tamaulipas
Semblanza de su vida ( Proporcionada por su hijo Dr. Ruy Pérez Tamayo). Don Rafael Antonio Pérez Pérez nació en Mérida, Yucatán, el día 1 de enero de 1900. Su padre fue Don Juan Pérez y su madre Doña Mercedes Pérez, ambos oriundos de la misma ciudad. Don Juan trabajó primero como campesino henequenero, pero después de su matrimonio se mudó a la ciudad de Mérida, en donde trabajó primero como empleado de un hotel, que finalmente pasó a su propiedad. Tres de sus cinco hijos estudiaron música; a Don Rafael le atrajo el violín y la dirección musical, y se graduó como violinista concertista en el Conservatorio yucateco. Formó un cuarteto de música clásica de cámara y empezó a dar clases de música; en 1921 se casó con Dña. Ana María Tamayo, también nacida en la ciudad de Mérida y en 1922 nació su primer hijo. En esos tiempos las oportunidades de trabajo en Mérida para un violinista clásico no eran suficientes para enfrentar los gastos de su joven familia, por lo que Don Rafael decidió emigrar a Tampico, en donde le habían ofrecido mejores opciones. En esta ciudad fue contratado para dirigir la pequeña orquesta de una estación de radio, y al mismo tiempo obtuvo el puesto de locutor en esa misma empresa. La familia creció con el nacimiento de otros tres hijos (dos varones más y una niña), pero Don Rafael agregó a sus actividades remuneradas en la radio otras dos: se contrató para acompañar al piano las películas mudas de la época en el cine “Alcázar”, que entonces se encontraba en la Plaza Central de Tampico, y alquiló un piano para dar clases de música. . En 1926, en su estancia en Matamoros, compuso la música del Himno a Matamoros, después adaptó como Himno a Tamaulipas
Semblanza de su vida ( Proporcionada por su hijo Dr. Ruy Pérez Tamayo). Don Rafael Antonio Pérez Pérez nació en Mérida, Yucatán, el día 1 de enero de 1900. Su padre fue Don Juan Pérez y su madre Doña Mercedes Pérez, ambos oriundos de la misma ciudad. Don Juan trabajó primero como campesino henequenero, pero después de su matrimonio se mudó a la ciudad de Mérida, en donde trabajó primero como empleado de un hotel, que finalmente pasó a su propiedad. Tres de sus cinco hijos estudiaron música; a Don Rafael le atrajo el violín y la dirección musical, y se graduó como violinista concertista en el Conservatorio yucateco. Formó un cuarteto de música clásica de cámara y empezó a dar clases de música; en 1921 se casó con Dña. Ana María Tamayo, también nacida en la ciudad de Mérida y en 1922 nació su primer hijo. En esos tiempos las oportunidades de trabajo en Mérida para un violinista clásico no eran suficientes para enfrentar los gastos de su joven familia, por lo que Don Rafael decidió emigrar a Tampico, en donde le habían ofrecido mejores opciones. En esta ciudad fue contratado para dirigir la pequeña orquesta de una estación de radio, y al mismo tiempo obtuvo el puesto de locutor en esa misma empresa. La familia creció con el nacimiento de otros tres hijos (dos varones más y una niña), pero Don Rafael agregó a sus actividades remuneradas en la radio otras dos: se contrató para acompañar al piano las películas mudas de la época en el cine “Alcázar”, que entonces se encontraba en la Plaza Central de Tampico, y alquiló un piano para dar clases de música. . En 1926, en su estancia en Matamoros, compuso la música del Himno a Matamoros, después adaptó como Himno a Tamaulipas
Don Rafael era un
lector voraz e indiscriminado (su casa estaba repleta de libros) y además tenía
una facilidad asombrosa para versificar, que pronto se hizo conocida en el
medio artístico y bohemio del puerto. Pero con la destrucción de gran parte de
Tampico en 1933, debida a un ciclón devastador que además
produjo una grave inundación, Don Rafael y su familia abandonaron el puerto como damnificados y viajaron a la ciudad de México. Ahí Don Rafael trabajó primero como violinista en la recién fundada Orquesta Sinfónica de la UNAM, y al mismo tiempo como locutor de la Radio UNAM, posteriormente como escritor de programas radiofónicos en la estación de radio XEW (fue el creador de programas de episodios muy populares, como “El Monje Loco”, “Las Aventuras de Carlos Lacroix”, “Búfalo Bill”, “El Alma del Circo”, y otros más), como articulista de arte en revistas como Todo, Revista de Revistas y Jueves de Excélsior, y finalmente como autor y director de la producción de discos de cuentos infantiles, para los que escribía el texto y la música. También escribió una novela, titulada La Rosa del Tepeyac, que se publicó en 1944. Don Rafael siempre recordó sus años en Tampico con gran nostalgia. Ahí empezó su carrera de argumentista de la radio y de escritor, que fue su ocupación principal el resto de su vida. Murió en 1961, a los 61 años de edad.
produjo una grave inundación, Don Rafael y su familia abandonaron el puerto como damnificados y viajaron a la ciudad de México. Ahí Don Rafael trabajó primero como violinista en la recién fundada Orquesta Sinfónica de la UNAM, y al mismo tiempo como locutor de la Radio UNAM, posteriormente como escritor de programas radiofónicos en la estación de radio XEW (fue el creador de programas de episodios muy populares, como “El Monje Loco”, “Las Aventuras de Carlos Lacroix”, “Búfalo Bill”, “El Alma del Circo”, y otros más), como articulista de arte en revistas como Todo, Revista de Revistas y Jueves de Excélsior, y finalmente como autor y director de la producción de discos de cuentos infantiles, para los que escribía el texto y la música. También escribió una novela, titulada La Rosa del Tepeyac, que se publicó en 1944. Don Rafael siempre recordó sus años en Tampico con gran nostalgia. Ahí empezó su carrera de argumentista de la radio y de escritor, que fue su ocupación principal el resto de su vida. Murió en 1961, a los 61 años de edad.
José
María Barrientos Garza
(Noviembre 19 de 1891- agosto 4 de 1976)
Músico y profesor. Nació
en Cadereyta, Nuevo León, siendo hijo de
Francisco Barrientos Garza y Trinidad Garza Zambrano y hermano de Emilio,
Filiberto, Jesús, Reyes y de María y Sofía Barrientos Garza; sus abuelos
paternos fueron don Hermenegildo Barrientos y doña María Ignacia González, y
los maternos fueron Isaac Garza y doña María Antonia Zambrano. Hizo sus
estudios primarios en su ciudad natal y allí comenzó su aprendizaje de música.
Cuando el profesor Gregorio Ortiz organizó su banda infantil en Cadereyta, José
María figuraba como trompetista. De 15 años compuso Anita, Herlinda y Josefina
, trasladándose a Monterrey a continuar sus estudios, llevando bajo el
brazo las partituras de sus composiciones tempranas. En la sultana tomó
clases de música con los maestros Mauro Garza y Félix Rodríguez, aunque termina
yéndose a Piedras Negras, Coahuila a estudiar composición e instrumentación con
el maestro Alfredo M. Garza. Regresa a Cadereyta, fallece su padre y, como era
hermano mayor, trabaja para sostener la familia. Pronto adquiere popularidad,
llamándolo del pueblo vecino Los Ramones, Nuevo León, para que integrara una
banda municipal, a propósito de ascender a la categoría de villa dicha
comunidad. Es la época de la Revolución Mexicana, compone un corrido maderista
que lo mete en apuros, decidiendo ingresar a las filas de la Revolución,
precisamente en el tren de Eleuterio Reyna, quien ese mismo año, el 3 de junio
de 1913, participa en la toma de Matamoros por Lucio Blanco. José María y su
familia se vienen a vivir a Matamoros, aunque él continúa con los
revolucionarios en la brigada Regionales de Coahuila , banda musical de
la que fue subdirector y en la que anduvo animando, deleitando y celebrando las
batallas ganadas por los revolucionarios al sur del país, hasta alcanzar el
grado de capitán primero. Vuelve José María a Matamoros teniendo 28 años de
edad. Aquí se casa con María Esther Treviño, con quien procrea a Jesús María,
Juan José, Alicia, Arnoldo, Oscar, Armandina, Ernesto y Sergio Barrientos
Treviño. El profesor Barrientos se incorpora al comité de festejos del centenario
de llamarse este pueblo Matamoros; dejemos que él mismo nos cuente este suceso,
pues de aquí salió el himno a Matamoros (hoy himno a Tamaulipas ) . Dice
así:
"En el año de 1926,
el H. Ayuntamiento de la Heroica Ciudad de Matamoros, presidido por el C. don
Jesús María Cárdenas, celebró una junta de cabildo para tratar lo relacionado
con los festejos que debían celebrarse con motivo del primer centenario de la
fundación de dicha ciudad, por lo que hubo necesidad de formar un Comité de
Festejos, quedando a mi cargo la banda Municipal de Música. Una de las
comisiones trajo al profesor de música y compositor Alfredo Tamayo Marín acompañado de sus hijas, las cuales eran profesoras
de Cultura Estética. El maestro Tamayo traía en su equipaje varios ejemplares
de música manuscritos de unas composiciones para la Heroica Matamoros, cuya
letra es del profesor Rafael A. Pérez y al sacar uno de los ejemplares, me lo
entregó diciéndome: "Le recomiendo que haga una instrumentación para la
Banda de Música, para comenzar con los ensayos en las escuelas de esta
población.
"Habiendo hecho la
instrumentación para la Banda de Música, que el maestro Tamayo me había
solicitado, se procedió de inmediato a ensayarla con los alumnos de las
escuelas. Estando próximas las fiestas, el Comité de Festejos acordó invitar,
muy especialmente, a la Banda de Música del Estado la que estaba bajo la
dirección del profesor don Simón Prado, a quien con anticipación le había
enviado la instrumentación que yo había hecho y desde luego la estudiaron y al
hacer acto de presencia en esta ciudad para participar en las fiestas, fue la
que se encargó de acompañar el Himno a Matamoros a todos los alumnos
participantes.
"Al ser ejecutado
el Himno a Matamoros con la coronación de la Reina de las Fiestas del
Centenario, fue escuchado por todas las autoridades así como por los visitantes
de los municipios vecinos y de todos los sectores sociales de esta Ciudad de
Matamoros.
"Después de haber
escuchado el Himno a Matamoros con la solemnidad que un acto de esta
naturaleza requiere y después de una estruendosa ovación, el C. Gobernador
Constitucional del Estado, licenciado Emilio Portes Gil, solicitó tanto de los
autores del Himno como de las Autoridades Municipales y del pueblo en general
autorización para que dicho Himno a Matamoros fuese cedido al Estado de
Tamaulipas, tomando en consideración que Tamaulipas no contaba con una obra que
llenara esa finalidad. Después de la aquiescencia de las autoridades locales se
preguntó al pueblo reunido que si estaba conforme con que el Himno a
Matamoros se convirtiera en el himno a Tamaulipas y al contestar el pueblo
afirmativamente, se escuchó una grande y natural ovación que nos llenó a todos
de emoción. Desde ese momento se le llamó HIMNO A TAMAULIPAS por lo que
hubo necesidad de cambiar en la parte del coro unas palabras ya que el texto
original decía: Viva Matamoros invicta y heroica, la ciudad que dormita en la
margen del río. Al convertirse en Himno a Tamaulipas el coro quedó como
sigue:
Viva Tamaulipas altiva y
heroica, la región que dormita en la margen del río."*
Todavía aquí estuvo
ligado por un tiempo al ejército el profesor Barrientos, pero tan luego se
abrió la primera secundaria federal, en 1931, se incorpora a su planta como
maestro de música. Dice él mismo de esa época: "1931. En este año se fundó
la Escuela Tipo Federal bajo la dirección de la señorita profesora María
Robles. En esa época yo tenía la dirección de la banda municipal y una ocasión
pasé por la escuela y viendo que estaban batallando para poner un corito, por
lo que entré y puse el coro y seguí visitando la escuela; ese año formé la
primera típica de la Escuela Tipo Federal. Con esa típica cooperaba
yo en los Domingos Culturales de la logia masónica Aurora Boreal 14 .
"1931. El 1o. de
febrero de este año se fundó la Escuela Secundaria Federal No. 13, figurando yo
entre los fundadores de la misma, en virtud que desde la fecha mencionada
comencé a prestar mis servicios como maestro." **
En 1938, que empezó en
Brownsville el desfile internacional conocido como Charro Day , fue
contratado para formar una banda de música. El profesor Barrientos fue cuarto
regidor del ayuntamiento 1943-45. Autor de mas de 200 composiciones. Valses: Tampico,
En mi ausencia, Anita, Josefina, Herlinda, La aldeana, etc. Marchas: Los
charros, Treviño y Mier, 22 de septiembre, El buen tono , etc.
PROFR. ALFREDO TAMAYO
MARÍN
(1880-1957)
Nació en Yucatán,
iniciándose desde los doce años en el arte de la música. Se le pensionó para
estudiar en el conservatorio de la capital del país y en la década de los
cuarentas fue nombrado director de cultura en Yucatán. Compuso canciones, obras
líricas y conciertos entre los que destacan “Alma yucateca” y concierto en do
menor para piano y orquesta; también realizaba trabajos de su
especialidad en la difusora XEW. Fue director de cultura en Tamaulipas y Coahuila. En Tamaulipas compuso la música del Himno a Matamoros, que después se adaptó como Himno a Tamaulipas.
especialidad en la difusora XEW. Fue director de cultura en Tamaulipas y Coahuila. En Tamaulipas compuso la música del Himno a Matamoros, que después se adaptó como Himno a Tamaulipas.
Emilio Cándido Portes Gil (Ciudad Victoria, Tamaulipas; 3 de octubre de 1890 – Ciudad de México; 10 de diciembre de 1978). Fue Presidente de México de 1928 a 1930. solicitó autorización al Autor del Himno a Matamoros, para adoptarlo como Himno al Estado